Éxodo 32

1 Al ver el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, fueron a ver a Aarón y le dijeron:

«Anda, haznos unos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés, que nos sacó de Egipto, no sabemos qué pudo haberle sucedido.»

2 Aarón les dijo:

«Aparten los zarcillos de oro que sus mujeres, sus hijos y sus hijas llevan en las orejas, y tráiganmelos.»

3 Todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que llevaban en las orejas, y se los llevaron a Aarón.

4 Éste los recibió de sus manos, y con un buril les dio forma, hasta hacer de ellos un becerro de oro fundido.Y ellos dijeron entonces:

«Israel, ¡éstos son los dioses que te sacaron de Egipto!»

5 Cuando Aarón vio esto, levantó un altar delante del becerro y proclamó:

«¡Mañana celebraremos una fiesta en honor del Señor!»

6 Al día siguiente todos madrugaron, y ofrecieron holocaustos y presentaron ofrendas de paz, y el pueblo se sentó a comer y a beber, y comenzó a divertirse.

7 Entonces el Señor le dijo a Moisés:

«Anda, baja del monte, porque el pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido.

8 Muy pronto se han apartado del camino que yo les señalé. Se han hecho un becerro de oro fundido, y lo están adorando, y le ofrecen sacrificios, mientras dicen: “Israel, ¡éstos son los dioses que te sacaron de Egipto!”»

9 El Señor también le dijo a Moisés:

«Ya he podido ver que este pueblo es de dura cerviz.

10 Déjame, que mi ira contra ellos se va a encender y los voy a consumir. Pero de ti haré una gran nación.»

11 Entonces Moisés oró delante del Señor su Dios, y dijo:

«Señor, ¿por qué habría de encenderse tu furor contra tu pueblo, si tú lo sacaste de Egipto con gran poder y con mano fuerte?

12 Los egipcios van a decir: “¡Dios los sacó para su mal! ¡Los sacó para matarlos en los montes y para borrarlos de la faz de la tierra!” ¿Y por qué van a decirlo? ¡Calma el ardor de tu ira, y no cometas este mal contra tu pueblo!

13 Acuérdate de tus siervos Abrahán, Isaac e Israel, a quienes les juraste por ti mismo: “Yo multiplicaré la descendencia de ustedes como las estrellas del cielo,y les daré toda esta tierra, de la cual les he hablado, para que sea su herencia para siempre.”»

14 Entonces el Señor cambió de parecer y ya no le hizo daño a su pueblo.

15 Moisés, por su parte, bajó del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las cuales estaban escritas por ambos lados.

16 Las tablas eran obra de Dios, lo mismo que la escritura que estaba grabada sobre las tablas.

17 Josué oyó que el pueblo gritaba, así que le dijo a Moisés:

«Hay en el campamento alaridos de guerra.»

18 Pero él respondió:

«No son voces de vencedores. Ni son voces de gente derrotada. Lo que oigo son cantos de alegría.»

19 Y cuando Moisés llegó al campamento y vio el becerro y las danzas, se encendió su enojo y, arrojando lejos de sí las tablas, las quebró al pie del monte.

20 Luego tomó el becerro que habían hecho y lo quemó en el fuego, moliéndolo hasta reducirlo a polvo, y ese polvo lo esparció sobre las aguas y se las dio a beber a los hijos de Israel.

21 Luego, le dijo a Aarón:

«¿Qué te ha hecho este pueblo, que lo has hecho cometer tan gran pecado?»

22 Aarón respondió:

«Mi señor, no te enojes. Tú sabes que este pueblo se inclina a hacer lo malo.

23 Ellos me dijeron: “Haz unos dioses que nos vayan abriendo el paso. La verdad, no sabemos qué pudo haberle pasado a este Moisés que nos sacó de Egipto.”

24 Yo les respondí: “El que tenga oro, que lo aparte.” Entonces ellos me lo dieron, yo lo eché en el fuego, ¡y salió este becerro!»

25 Al ver Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque, para vergüenza de ellos ante sus enemigos, Aarón se lo había permitido,

26 se puso a la entrada del campamento y dijo:

«¿Quién está de parte del Señor? ¡Únase a mí!»

Y todos los hijos de Leví se le unieron.

27 Entonces él les dijo:

«Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: “Fájese cada uno de ustedes la espada al cinto, y vaya de puerta en puerta por el campamento, y mate cada uno a su hermano, a su amigo, o a su pariente.”»

28 Y los hijos de Leví hicieron lo que Moisés les ordenó, y ese día cayeron a filo de espada como tres mil hombres del pueblo.

29 Entonces Moisés dijo:

«Hoy ustedes se han consagrado al Señor. Hoy el Señor les ha dado su bendición, pues cada uno de ustedes se ha consagrado en su hijo y en su hermano.»

30 Al día siguiente, Moisés le dijo al pueblo:

«Ustedes han cometido un gran pecado. Pero voy ahora a subir al monte, y hablaré con el Señor; tal vez pueda apaciguarlo acerca del pecado de ustedes.»

31 Y volvió Moisés para hablar con el Señor, y le dijo:

«Este pueblo ha cometido un gran pecado, pues se hicieron dioses de oro. Te ruego

32 que les perdones su pecado. De lo contrario, ¡bórrame ya del libro que has escrito!»

33 Y el Señor le respondió:

«Borraré de mi libro al que peque contra mí.

34 Tú ve y lleva ya a este pueblo al lugar que te he dicho. Mi ángel irá delante de ti. Pero cuando tenga que castigarlos por su pecado, los castigaré.»

35 Y el Señor hirió al pueblo por el becerro que Aarón había hecho para ellos.

Éxodo 33

Dios promete estar presente

1 El Señor le dijo a Moisés:

«Anda, vete ya de aquí, con el pueblo que sacaste de Egipto, y llévalos a la tierra que prometí darles a Abrahán,Isaacy Jacob,cuando dije: “Se la daré a tu descendencia.”

2 Yo enviaré un ángel para que vaya delante de ti, y expulsaré a los cananeos y a los amorreos, a los hititas y a los ferezeos, y a los jivitas y jebuseos.

3 Esa tierra fluye leche y miel. Pero yo no iré contigo, porque eres un pueblo de dura cerviz y bien podría yo consumirte en el camino.»

4 Cuando el pueblo se enteró de esta mala noticia, se vistieron de luto y ninguno se puso sus joyas.

5 Y es que el Señor le había dicho a Moisés: «Diles a los hijos de Israel: “Ustedes son un pueblo de dura cerviz. Si acaso los acompañara, en cualquier momento podría acabar con ustedes.” Así que, quítense ahora sus joyas, para que yo sepa lo que tengo que hacer.»

6 Y así, desde que partieron del monte Horeb los hijos de Israel se despojaron de sus joyas.

7 Moisés tomó el tabernáculo y lo plantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó «Tabernáculo de Reunión». Todo el que buscaba al Señor iba hasta el tabernáculo de reunión, el cual estaba fuera del campamento.

8 Cada vez que Moisés iba al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba y se quedaba de pie, a la entrada de su tienda, y seguían a Moisés con la mirada, hasta que él entraba en el tabernáculo.

9 Al entrar Moisés en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se quedaba a la entrada del tabernáculo, y entonces el Señor hablaba con Moisés.

10 Y cuando todo el pueblo veía la columna de nube a la entrada del tabernáculo, se levantaba cada uno e iba a la entrada de su tienda para adorar.

11 Y el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero. Después Moisés volvía al campamento, pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba del tabernáculo.

12 Moisés le dijo entonces al Señor:

«Mira, tú me has dicho: “Llévate de aquí a este pueblo”; pero no me has dicho a quién vas a enviar conmigo. Lejos de eso, insistes: “Yo te conozco. Sé quién eres, y te has ganado mi favor.”

13 Ahora bien, si en verdad me he ganado tu favor, te ruego que me hagas saber qué planes tienes. Así sabré si en verdad me he ganado tu favor. ¡Toma en cuenta que esta gente es tu pueblo!»

14 Y el Señor le dijo:

«Mi presencia irá contigo, y te haré descansar.»

15 Pero Moisés respondió:

«Si tú no vas a venir conmigo, no nos saques de aquí.

16 ¿Cómo vamos a saber tu pueblo y yo que en verdad me he ganado tu favor? ¡Lo sabremos sólo si vienes con nosotros, y sólo si tu pueblo y yo somos apartados de todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra!»

17 El Señor le dijo a Moisés:

«Tan cierto es que te has ganado mi favor, y que te conozco por nombre, que voy a hacer lo que me has pedido.»

18 Entonces Moisés dijo:

«Te ruego que me muestres tu gloria.»

19 Y el Señor le respondió:

«Voy a hacer que todo mi bien pase delante de ti, y delante de ti voy a proclamar mi nombre, que es EL SEÑOR. Porque soy misericordioso con quien quiero ser misericordioso, y soy clemente con quien quiero ser clemente.»

20 El Señor dijo también:

«Mi rostro no podrás verlo, porque nadie puede ver mi rostro y seguir viviendo.»

21 Y añadió:

«¡Mira! Aquí en la roca, junto a mí, hay un lugar. Quédate allí;

22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano mientras paso.

23 Después de eso apartaré mi mano, y podrás ver mis espaldas, pero no mi rostro.»

Éxodo 34

El pacto renovado

1 El Señor le dijo a Moisés:

«Pule dos tablas de piedra, como las primeras, y yo escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas, las que hiciste pedazos.

2 Así que prepárate para mañana, y sube temprano al monte Sinaí. Preséntate ante mí en la cumbre del monte.

3 Que no suba nadie contigo, ni se asome nadie en todo el monte. Tampoco debe haber ovejas ni bueyes paciendo delante del monte.»

4 Moisés pulió dos tablas de piedra, como las primeras, y por la mañana se levantó y subió al monte Sinaí, tal y como el Señor se lo ordenó. En sus manos llevaba las dos tablas de piedra.

5 Y el Señor descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando su nombre.

6 Luego el Señor pasó delante de Moisés, y proclamó:

«¡EL SEÑOR! ¡EL SEÑOR! ¡Dios misericordioso y clemente! ¡Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad!

7 ¡Es misericordioso por mil generaciones! ¡Perdona la maldad, la rebelión y el pecado, pero de ningún modo declara inocente al malvado! ¡Castiga la maldad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación!»

8 Con gran rapidez Moisés bajó la cabeza hacia el suelo, y adoró.

9 Luego dijo:

«Señor, si me he ganado tu favor, quédate en medio de nosotros. Éste es un pueblo de dura cerviz, así que perdona nuestra maldad y nuestro pecado, ¡y recíbenos como tu pueblo!»

10 El Señor contestó:

«Mira, yo hago un pacto delante de todo tu pueblo. Voy a realizar maravillas nunca antes vistas en toda la tierra, ni en nación alguna. Todo el pueblo, en medio del cual tú estás, verá las obras tan sorprendentes que yo, el Señor, haré contigo.

Advertencia contra la idolatría de Canaán

11 »Tú cumple lo que hoy te mando. Verás que voy a echar de tu presencia a los amorreos y cananeos, y a los hititas, ferezeos, jivitas y jebuseos.

12 Pero ten cuidado. No hagas alianzas con los habitantes de la tierra a la que vas a entrar, para que no te sean un tropiezo.

13 Ustedes derribarán sus altares y harán pedazos sus estatuas y sus imágenes de Asera.

14 De ninguna manera te inclinarás ante ningún otro dios, porque yo, el Señor, soy un Dios celoso. Mi nombre es “Dios celoso”.

15 Por lo tanto, no harás alianza con los habitantes de esa tierra, porque ustedes podrían prostituirse al ir en pos de sus dioses, y entonces ofrecerán sacrificios a sus dioses, y los invitarán a comer de sus sacrificios,

16 o casarán a sus hijas con tus hijos, y al prostituirse sus hijas por seguir a sus dioses, harán que también tus hijos se prostituyan al seguir a los dioses de ellas.

17 »No te harás dioses de metal fundido.

Fiestas anuales

18 »Celebrarás la fiesta de los panes sin levadura.Comerás pan sin levadura durante siete días, como te lo he ordenado, en el tiempo señalado del mes de Aviv; porque fue en ese mes de Aviv cuando saliste de Egipto.

19 »Todo primogénito me pertenece,lo mismo que toda primera cría de tu ganado, sea de vaca o de oveja, siempre y cuando sea macho.

20 A la primera cría del asno la redimirás con un cordero; pero, si no lo redimes, le romperás el cuello.

»Rescatarás a todos tus hijos primogénitos.Y nadie debe presentarse ante mí con las manos vacías.

21 »Seis días trabajarás, pero el séptimo día descansarás.Aun si debieras arar o segar, descansarás.

22 »Celebrarás también la fiesta de las semanas, la fiesta de las primicias de la siega del trigo,y la fiesta de la cosecha al terminar el año.

23 Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante de mí, tu Señor y Dios, el Dios de Israel.

24 Porque yo arrojaré de tu presencia a las naciones, y ensancharé tu territorio, y cuando subas a presentarte ante mí, el Señor tu Dios, tres veces al año, nadie codiciará tu tierra.

25 »No ofrecerás con la sangre de mi sacrificio nada que tenga levadura. Tampoco se dejará hasta el día siguiente nada del animal sacrificado en la fiesta de la pascua.

26 »Llevarás a la casa del Señor tu Dios los primeros frutos de tu tierra.

»No guisarás el cabrito en la leche de su madre.»

Moisés y las tablas de la ley

27 El Señor le dijo a Moisés:

«Pon estas palabras por escrito, porque el pacto que he hecho contigo y con Israel tiene como base estas palabras.»

28 Y Moisés estuvo allí, con el Señor, cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan, ni bebió agua, pero sí escribió en las tablas de piedra las palabras del pacto, es decir, los diez mandamientos.

29 Y sucedió que, cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, no sabía que, después de haber hablado con Dios, la tez de su rostro resplandecía.

30 Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y vieron que la piel de su rostro resplandecía, así que tuvieron miedo de acercarse a él.

31 Pero Moisés los llamó, y cuando Aarón y todos los príncipes de la congregación regresaron, Moisés les habló.

32 Después se acercaron todos los hijos de Israel, y Moisés les ordenó cumplir con todo lo que el Señor le había dicho en el monte Sinaí.

33 Y cuando Moisés terminó de hablar con ellos, se puso un velo sobre el rostro.

34 Cuando Moisés se presentaba ante el Señor para hablar con él, se quitaba el velo mientras estaba adentro, y al salir les comunicaba a los hijos de Israel lo que el Señor le había ordenado.

35 Al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro resplandecía; pero Moisés volvía a cubrir su rostro con un velo, hasta que entraba de nuevo a hablar con Dios.

Éxodo 35

Reglas para el día de reposo

1 Moisés convocó a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo:

«Esto es lo que el Señor les manda hacer:

2 »Seis días se trabajará, pero el día séptimo será para ustedes un día santo de reposo en honor del Señor. Cualquiera que en ese día haga algún trabajo, será condenado a muerte.

3 »En día de reposo no encenderán ustedes ningún fuego en ninguna de sus casas.»

La ofrenda para el tabernáculo

4 Moisés habló con toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo:

«Esto es lo que el Señor dice y ordena:

5 »Recojan entre ustedes una ofrenda para el Señor. Todo corazón generoso presentará al Señor oro, plata, bronce,

6 azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabra,

7 pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de delfín, madera de acacia,

8 aceite para las lámparas, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático,

9 y piedras de ónice y piedras preciosas para engastarlas en el efod y en el pectoral.

La obra del tabernáculo

10 »Todos ustedes, los que tengan un corazón sabio, vendrán y harán todas las cosas que el Señor ha ordenado hacer:

11 el tabernáculo y su tienda, su cubierta, sus corchetes, sus tablas, sus travesaños, sus columnas y sus bases;

12 el arca y sus varas, el propiciatorio, el velo de la tienda,

13 la mesa y sus varas, y todos sus utensilios; el pan de la proposición,

14 el candelero del alumbrado y sus utensilios y lámparas, y el aceite para las lámparas;

15 el altar del incienso y sus varas, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina de la puerta para la entrada del tabernáculo,

16 el altar del holocausto, su enrejado de bronce y sus varas, y todos sus utensilios; la fuente con su base,

17 las cortinas del atrio y sus columnas y bases, la cortina de la puerta del atrio,

18 las estacas del tabernáculo, y las estacas del atrio y sus cuerdas;

19 las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón, y las vestiduras de sus hijos para su ministerio sacerdotal.»

El pueblo trae la ofrenda

20 Toda la congregación de los hijos de Israel salió de la presencia de Moisés,

21 y todos los que en su corazón quisieron hacerlo, y todos los que de voluntad se sintieron impulsados, presentaron al Señor una ofrenda para la obra del tabernáculo de reunión, para todo su servicio, y para las vestiduras sagradas.

22 Hombres y mujeres se presentaron por su propia voluntad, y llevaron cadenas, zarcillos, anillos, brazaletes y toda clase de joyas de oro. Todos ofrecían oro al Señor.

23 Todos llevaban lo que tenían: azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, o pieles de delfín.

24 Llevaban al Señor todo lo que podían ofrecer: plata, bronce, y madera de acacia, para toda la obra del servicio.

25 Además todas las mujeres de corazón sabio hilaban con sus manos, y llevaban lo que habían hilado: azul, púrpura, carmesí o lino fino.

26 Todas las mujeres cuyo corazón y sabiduría las impulsó, hilaron pelo de cabra.

27 Los príncipes llevaron piedras de ónice y piedras preciosas para engastarlas en el efod y en el pectoral,

28 así como las especias aromáticas, el aceite para las lámparas y para el aceite de la unción, y para el incienso aromático.

29 Todos los hijos de Israel, hombres y mujeres, que por su voluntad y de corazón quisieron hacerlo, llevaron al Señor una ofrenda voluntaria para toda la obra que, por medio de Moisés, el Señor había ordenado hacer.

Llamamiento de Besalel y de Aholiab

30 Moisés les dijo a los hijos de Israel:

«Como pueden ver, el Señor ha designado a Besalel hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Judá.

31 Lo ha llenado del espíritu de Dios y le ha dado sabiduría, inteligencia, ciencia y dotes artísticas,

32 para crear diseños y para trabajar en oro, plata y bronce,

33 en el tallado y engaste de piedras preciosas, y en todo trabajo ingenioso en madera.

34 Además, a él y a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, les ha dado la capacidad de enseñar;

35 ha llenado de sabiduría su corazón, para que hagan toda clase de obra artística y creativa en los telares, y de trabajos y diseños bordados en azul, púrpura, carmesí, y lino fino.

Éxodo 36

1 »Así que serán Besalel y Aholiab los que harán todo lo que el Señor nos ha ordenado hacer, junto con todos aquellos a quienes el Señor haya dado un corazón lleno de sabiduría e inteligencia para llevar a cabo toda la obra del servicio del santuario.»

Se suspende la ofrenda

2 Moisés llamó entonces a Besalel y a Aholiab, lo mismo que a todos aquellos a quienes el Señor había llenado su corazón de sabiduría, y a quienes se sintieron movidos a presentarse para trabajar en la obra.

3 Ellos recogieron toda la ofrenda que estaba delante de Moisés, y que los hijos de Israel habían llevado para la obra del servicio del santuario, y se dispusieron a hacerla. Mientras tanto, todos los días el pueblo seguía llevando ofrendas voluntarias.

4 Era tanto lo que llevaban, que todos los maestros de obra del santuario suspendieron sus trabajos

5 y fueron a decirle a Moisés:

«El pueblo está trayendo mucho más de lo necesario para la obra que el Señor ha ordenado hacer.»

6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento:

«Que ningún hombre ni mujer traiga ni haga nada más para la ofrenda del santuario.»

Y fue así como se le impidió al pueblo ofrecer más,

7 pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y aun sobraba.

Construcción del tabernáculo

8 De entre los que hacían la obra, todos los de corazón sabio hicieron el tabernáculo con diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí, con querubines bellamente trabajados.

9 Cada cortina medía doce y medio metros de largo por dos metros de ancho, y las once cortinas eran de la misma medida.

10 Cinco cortinas las unieron una con la otra, y lo mismo hicieron con las otras cinco cortinas.

11 Hicieron lazos de azul en la orilla de la cortina que estaba al extremo de la primera serie, y lo mismo hicieron en la orilla de la cortina final de la segunda serie.

12 Se hicieron cincuenta lazos en la primera cortina, y otros cincuenta lazos en la orilla de la cortina de la segunda serie. Los lazos de una correspondían con los de la otra.

13 También se hicieron cincuenta corchetes de oro, con los cuales se enlazaron las cortinas una con otra, y así se formó un tabernáculo.

14 Se hicieron también once cortinas de pelo de cabra para una tienda sobre el tabernáculo.

15 Una de las cortinas medía trece y medio metros de largo por un metro y ochenta centímetros de ancho, y las once cortinas eran de la misma medida.

16 Cinco de las cortinas se unieron aparte, y también aparte las otras seis cortinas.

17 Se hicieron también cincuenta lazos en la orilla de la cortina que estaba al extremo de la primera serie, y otros cincuenta lazos en la orilla de la cortina final de la segunda serie.

18 También se hicieron cincuenta corchetes de bronce para enlazar la tienda, de modo que fuese una sola,

19 y para la tienda se hizo una cubierta de piel de carnero teñida de rojo, y para la parte superior otra cubierta de piel de delfín.

20 Además se hicieron para el tabernáculo las tablas derechas de madera de acacia.

21 Cada tabla medía cuatro y medio metros de largo por sesenta y cinco centímetros de ancho.

22 Cada tabla tenía dos espigas para que se unieran la una con la otra. Así se hicieron todas las tablas del tabernáculo.

23 Se hicieron las tablas para el tabernáculo: veinte tablas para el lado sur,

24 y cuarenta bases de plata que iban debajo de las veinte tablas, es decir, dos bases debajo de cada tabla, para sus dos espigas, y dos bases debajo de otra tabla para sus dos espigas.

25 Para el otro lado del tabernáculo, al lado norte, se hicieron otras veinte tablas,

26 con sus cuarenta bases de plata, es decir, dos bases debajo de una tabla, y dos bases debajo de otra tabla.

27 Para el lado occidental del tabernáculo se hicieron seis tablas,

28 y dos tablas para las esquinas del tabernáculo, en los dos costados.

29 Éstas se unían desde abajo, y por arriba se ajustaban con una bisagra; así hizo con una y con otra en las dos esquinas.

30 Así que eran ocho tablas y dieciséis bases de plata, dos bases debajo de cada tabla.

31 Se hicieron también los travesaños de madera de acacia; cinco para las tablas de un lado del tabernáculo,

32 cinco travesaños para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco más para las tablas del lado posterior del tabernáculo, es decir, hacia el occidente.

33 El travesaño de en medio se hizo pasar por en medio de las tablas, de un extremo al otro.

34 Se recubrieron de oro las tablas, y se hicieron de oro los anillos por donde pasaban los travesaños, y también los travesaños se recubrieron de oro.

35 Se hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido. Se hizo con querubines bellamente trabajados.

36 Para el velo se hicieron cuatro columnas de madera de acacia, y se recubrieron de oro. Sus capiteles eran de oro, y se fundieron cuatro bases de plata.

37 El velo para la puerta del tabernáculo se hizo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, recamado artísticamente,

38 con sus cinco columnas y sus capiteles, y se recubrieron de oro los capiteles y las molduras. Sus cinco bases estaban hechas de bronce.

Éxodo 37

Mobiliario del tabernáculo

1 Además, Besalel hizo el arca de madera de acacia, que medía un metro y diez centímetros de largo, sesenta y cinco centímetros de ancho y sesenta y cinco centímetros de alto.

2 La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y alrededor le puso una cornisa de oro.

3 Además, fundió para ella cuatro anillos de oro para sus cuatro esquinas, y le puso dos anillos en un lado y dos anillos en el otro.

4 Hizo también varas de madera de acacia, y las recubrió de oro.

5 Metió las varas por los anillos en los costados del arca, para transportarla.

6 Hizo también el propiciatorio de oro puro; medía un metro y diez centímetros de largo, y sesenta y cinco centímetros de ancho.

7 También hizo los dos querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del propiciatorio.

8 Un querubín estaba en un extremo, y el otro querubín en el otro extremo; los querubines en sus dos extremos formaban una sola pieza con el propiciatorio.

9 Y los querubines extendían sus alas por encima del propiciatorio y lo cubrían con sus alas; sus rostros quedaban el uno frente al otro, y miraban hacia el propiciatorio.

10 Besalel hizo también la mesa de madera de acacia. Medía noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco centímetros de ancho, y sesenta y cinco centímetros de alto.

11 La recubrió de oro puro, y alrededor le puso una cornisa de oro.

12 Alrededor le puso también una moldura de siete centímetros de ancho, y alrededor de la moldura puso una cornisa de oro.

13 También le hizo cuatro anillos de oro fundido, y los puso en las cuatro esquinas que correspondían a sus cuatro patas.

14 Los anillos quedaban debajo de la moldura, y por ellos se metían las varas para transportar la mesa.

15 Hizo las varas de madera de acacia para transportar la mesa, y las recubrió de oro.

16 También hizo de oro fino los utensilios que habían de estar sobre la mesa, es decir, sus platones, sus cucharas, sus cubiertos y sus tazones para las libaciones.

17 Hizo también el candelero de oro puro, labrado a martillo; de oro eran también su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores.

18 De sus costados salían seis brazos; tres de un lado del candelero, y otros tres del otro lado del candelero.

19 En uno de los brazos había tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor, y en otro brazo había otras tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor. Esto mismo había en los seis brazos que salían del candelero.

20 En la caña del candelero había cuatro copas en forma de flor de almendro, con sus manzanas y sus flores,

21 una manzana debajo de los dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, conforme a los seis brazos que salían de él.

22 Sus manzanas y sus brazos eran del mismo material, es decir, todo era una sola pieza de oro puro labrada a martillo.

23 Hizo también de oro puro sus siete lamparillas, sus despabiladeras y sus platillos.

24 Para hacer el candelero y todos sus utensilios usó treinta kilos de oro puro.

25 También hizo de madera de acacia el altar del incienso. Era cuadrado, y medía cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho, y noventa centímetros de alto, y sus cuernos eran de la misma pieza.

26 Recubrió de oro puro su cubierta y sus paredes alrededor, y sus cuernos, y alrededor le puso una cornisa de oro.

27 Le hizo también dos anillos de oro en las dos esquinas de los dos lados, por debajo de la cornisa, para meter por ellos las varas con que había de ser transportado.

28 Las varas las hizo de madera de acacia, y las recubrió de oro.

29 Hizo también el aceite de la unción santa, y el incienso puro, aromático, es decir, semejante a un perfume.

Éxodo 38

1 Besalel hizo de madera de acacia el altar del holocausto. Era cuadrado, y medía dos y medio metros de largo por dos y medio metros de ancho y un metro y medio de alto.

2 Hizo los cuernos para sus cuatro esquinas, los cuales eran de una misma pieza con el altar, y lo recubrió de bronce.

3 Hizo también todos los utensilios del altar; calderos, tenazas, tazones, garfios y palas; y todos ellos los hizo de bronce.

4 Para el altar hizo un enrejado de bronce, a manera de rejilla, la cual puso por debajo de su cerco, hasta la mitad del altar.

5 También fundió cuatro anillos para los cuatro extremos del enrejado de bronce, para meter las varas.

6 Las varas las hizo de madera de acacia, y las recubrió de bronce.

7 Luego metió las varas por los anillos en los costados del altar, para poder transportarlo. El altar lo hizo hueco y de tablas.

8 Con los espejos de las mujeres que velaban a la entrada del tabernáculo de reunión, hizo también la fuente de bronce y su base de bronce.

El atrio del tabernáculo

9 También hizo el atrio. Por el lado sur, las cortinas del atrio medían cuarenta y cinco metros y eran de lino torcido.

10 Sus columnas eran veinte, con sus veinte bases de bronce. Los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata.

11 Por el lado norte, las cortinas eran de cuarenta y cinco metros, con sus veinte columnas y veinte bases de bronce. Los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata.

12 Por el occidente, las cortinas eran de veintidós y medio metros, con sus diez columnas y sus diez bases. Los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata.

13 Por el oriente, las cortinas eran de veintidós y medio metros.

14 En un lado había cortinas de siete metros, con sus tres columnas y sus tres bases.

15 Al otro lado, de uno y otro lado de la puerta del atrio, había cortinas de siete metros, con sus tres columnas y sus tres bases.

16 Todas las cortinas que rodeaban el atrio eran de lino torcido.

17 Las bases de las columnas eran de bronce, y los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata, lo mismo que las cubiertas de las cabezas de ellas, que también eran de plata, y todas las columnas del atrio tenían molduras de plata.

18 La cortina de la entrada del atrio estaba recamada artísticamente, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, y tenía nueve metros de largo y dos y medio metros de ancho, que era también su altura, como las cortinas del atrio.

19 Tenía cuatro columnas, con sus cuatro bases de bronce y sus capiteles de plata; las cubiertas de sus capiteles y sus molduras también eran de plata.

20 Todas las estacas del tabernáculo y del atrio que lo rodeaba eran de bronce.

Dirección de la obra

21 Ésta es la contabilidad del tabernáculo del testimonio, que por orden de Moisés llevaron los levitas, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.

22 Besalel hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todas las cosas que el Señor le ordenó a Moisés,

23 con la ayuda de Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, que era artífice, diseñador y recamador en azul, púrpura, carmesí y lino fino.

Metales usados en el santuario

24 Todo el oro que se empleó en la obra total del santuario, y que fue oro ofrendado, llegó a novecientos sesenta y cinco kilos, según el peso oficial del santuario.

25 Y la plata de los que fueron contados en la congregación llegó a tres mil trescientos diecinueve kilos y medio, según el peso oficial del santuario.

26 Todos los mayores de veinte años que fueron censados sumaron seiscientos tres mil quinientas cincuenta personas,y dieron cinco gramos de platapor cabeza, según el peso oficial del santuario.

27 También se dieron tres mil trescientos kilos de plata para fundir las cien bases del santuario y las bases del velo, es decir, se dieron treinta y tres kilos de plata para cada base.

28 Con la plata que se recogió de entre toda la comunidad se hicieron los capiteles de las columnas, se recubrieron los capiteles de ellas, y se sujetaron.

29 El bronce ofrendado llegó a dos mil trescientos treinta y seis kilos con cuatrocientos gramos,

30 del cual se hicieron las bases de la puerta del tabernáculo de reunión, el altar de bronce y su enrejado de bronce, todos los utensilios del altar,

31 las bases del atrio alrededor, las bases de la puerta del atrio, todas las estacas del tabernáculo y todas las estacas del atrio alrededor.

Éxodo 39

Se hacen las vestiduras sacerdotales

1 De azul, púrpura y carmesí se hicieron las vestiduras del ministerio para servir en el santuario, y se hicieron también las vestiduras sagradas para Aarón, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

2 Se hizo también el efod de oro con azul, púrpura, carmesí y lino torcido.

3 Se hicieron láminas de oro, y se cortaron hilos para entretejerlos primorosamente con el azul, la púrpura, el carmesí y el lino.

4 Se hicieron las hombreras, para que se juntaran y quedaran unidas en sus dos extremos.

5 El cinto del efod que iba sobre éste era del mismo material y elaborado de la misma manera: de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

6 Se labraron las piedras de ónice y se montaron en engastes de oro, con grabados de sello y con los nombres de los hijos de Israel,

7 y se pusieron sobre las hombreras del efod, como piedras memoriales para los hijos de Israel, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

8 Se hizo también el pectoral, bellamente trabajado, de la misma manera que el efod: de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido.

9 Era cuadrado, y doble, y medía veintidós centímetros de largo y veintidós centímetros de ancho.

10 Se engastaron en él cuatro hileras de piedras preciosas. La primera hilera tenía un sardio, un topacio y un carbunclo;

11 la segunda hilera tenía una esmeralda, un zafiro y un diamante;

12 la tercera hilera tenía un jacinto, un ágata y una amatista,

13 y la cuarta hilera tenía un berilo, un ónice y un jaspe. Todas las piedras estaban montadas en engastes de oro.

14 Eran doce piedras, según el número de los nombres de los hijos de Israel, y cada grabado de sello tenía el nombre de una de las doce tribus.

15 Se hicieron también sobre el pectoral los cordones de oro puro en forma de trenza.

16 Se hicieron también dos engastes y dos anillos de oro, y se pusieron dos anillos de oro en los dos extremos del pectoral.

17 Los dos cordones de oro se fijaron en los dos anillos, en los extremos del pectoral.

18 Se fijaron también los otros dos extremos de los dos cordones de oro en los dos engastes que había por delante, sobre las hombreras del efod.

19 Se hicieron también otros dos anillos de oro, los cuales pusieron en los dos extremos del pectoral, en su orilla, frente a la parte baja del efod.

20 Se hicieron además dos anillos de oro, los cuales se pusieron en la parte delantera de las dos hombreras del efod, hacia abajo, cerca de su juntura, sobre el cinto del efod.

21 Y ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que quedara sobre el cinto del mismo efod y no se apartara del efod el pectoral, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

22 Se hizo también el manto del efod, tejido artísticamente, todo de azul,

23 con una abertura en el centro, como el cuello de un coselete, con un borde alrededor de la abertura, para que no se rompiera.

24 En las orillas del manto se hicieron granadas de azul, púrpura, carmesí y lino torcido.

25 Se hicieron también campanillas de oro puro, y se pusieron campanillas entre las granadas en las orillas del manto, alrededor, entre las granadas;

26 una campanilla y una granada, otra campanilla y otra granada, en las orillas alrededor del manto, para ministrar, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

27 De igual manera, para Aarón y para sus hijos se hicieron las túnicas de lino fino, tejidas artísticamente,

28 lo mismo que la mitra de lino fino, y los adornos de las tiaras de lino fino, y los calzoncillos de lino torcido.

29 También el cinto de lino torcido, de azul, púrpura y carmesí, recamado artísticamente, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

30 Se hizo también la placa de oro puro para la diadema santa, y se escribió en ella, a manera de sello: CONSAGRADO AL SEÑOR.

31 En ella se puso un cordón de azul para colocarla por arriba de la mitra, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

Termina la obra del tabernáculo

32 Así concluyó la obra del tabernáculo de reunión, y los hijos de Israel hicieron todo tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

33 Y llevaron el tabernáculo a Moisés, es decir, el tabernáculo y todos sus utensilios: sus corchetes, sus tablas, sus travesaños, sus columnas, sus bases,

34 la cubierta de piel de carnero teñida de rojo, la cubierta de piel de delfín, el velo del frente,

35 el arca del testimonio y sus varas, el propiciatorio,

36 la mesa con todos sus vasos, el pan de la proposición,

37 el candelero de oro puro, sus lamparillas, las lamparillas que debían mantenerse en orden y todos sus utensilios, el aceite para las lámparas,

38 el altar de oro, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina para la entrada del tabernáculo,

39 el altar de bronce con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios, la fuente y su base,

40 las cortinas del atrio, sus columnas y sus bases, la cortina para la entrada del atrio, sus cuerdas y sus estacas, todos los utensilios del servicio del tabernáculo de reunión,

41 las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón, y las vestiduras de sus hijos, para ministrar en el sacerdocio.

42 Los hijos de Israel hicieron todo en conformidad con todo lo que el Señor le había ordenado a Moisés.

43 Y cuando Moisés vio toda la obra, y comprobó que la habían hecho tal y como el Señor lo había ordenado, los bendijo.

Éxodo 40

Moisés erige el tabernáculo

1 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

2 «El primer día del mes primero harás que se levante el tabernáculo de reunión,

3 y en él pondrás el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo.

4 Meterás la mesa, y la pondrás en orden; meterás también el candelero, y encenderás sus lámparas;

5 pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina frente a la entrada del tabernáculo.

6 Después pondrás el altar del holocausto frente a la entrada del tabernáculo de reunión.

7 Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y en ella pondrás agua.

8 Finalmente, pondrás el atrio alrededor, y la cortina a la entrada del atrio.

9 Tomarás entonces el aceite de la unción, y ungirás el tabernáculo y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo.

10 Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios, y santificarás el altar, y será un altar santísimo.

11 De igual manera, ungirás la fuente y su base, y la santificarás.

12 Luego llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua;

13 harás que Aarón se ponga las vestiduras sagradas, y lo ungirás y consagrarás, para que sea mi sacerdote.

14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas

15 y los ungirás, como ungiste a su padre. Así serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por todas las generaciones.»

16 Moisés hizo todo conforme a lo que el Señor le había mandado hacer.

17 Así, el tabernáculo fue erigido en el día primero del primer mes del segundo año.

18 Moisés ordenó levantar el tabernáculo, asentó sus bases, colocó sus tablas, puso sus travesaños, e hizo que se levantaran sus columnas.

19 Levantó la tienda sobre el tabernáculo, y encima de éste puso la sobrecubierta, tal y como el Señor se lo había ordenado.

20 Luego Moisés tomó el testimonio y lo puso dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y sobre el arca puso el propiciatorio.

21 Metió el arca en el tabernáculo, extendió el velo, y ocultó el arca del testimonio, tal y como el Señor se lo había ordenado.

22 En el lado norte de la cortina, fuera del velo, Moisés puso la mesa en el tabernáculo de reunión,

23 y sobre ella puso por orden los panes delante del Señor, tal y como el Señor se lo había ordenado.

24 En el lado sur de la cortina, en el tabernáculo de reunión, frente a la mesa, Moisés puso el candelero,

25 y encendió las lámparas delante del Señor, tal y como el Señor se lo había ordenado.

26 Moisés puso también el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo,

27 y sobre él quemó incienso aromático, tal y como el Señor se lo había ordenado.

28 Moisés puso también la cortina a la entrada del tabernáculo,

29 y colocó el altar del holocausto a la entrada del tabernáculo de reunión, y sacrificó sobre él holocausto y ofrenda, tal y como el Señor se lo había ordenado.

30 Moisés puso la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y en ella puso agua para lavarse.

31 Y Moisés y Aarón y sus hijos se lavaban en ella las manos y los pies.

32 Cuando entraban en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

33 Finalmente, Moisés erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Así concluyó Moisés la obra.

La nube sobre el tabernáculo

34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo.

35 Moisés no podía entrar en el tabernáculo de reunión porque la nube estaba sobre él y la gloria del Señor lo llenaba.

36 Cuando la nube se elevaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;

37 pero si la nube no se elevaba, ellos no se movían hasta que ella lo hiciera.

38 Y es que la nube del Señor estaba sobre el tabernáculo durante el día, y durante la noche el fuego estaba sobre él, a la vista de todo el pueblo de Israel, en todas sus jornadas.

Génesis 1

La creación

1 Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.

2 La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.

3 Y dijo Dios: «¡Que haya luz!»Y hubo luz.

4 Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas;

5 a la luz, Dios la llamó «Día», y a las tinieblas las llamó «Noche». Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día primero.

6 Luego dijo Dios: «¡Que haya algo firme en medio de las aguas, para que separe unas aguas de otras aguas!»

7 Y Dios hizo una bóveda, y parte de las aguas quedaron arriba de la bóveda, y parte de las aguas quedaron abajo. Y así fue.

8 Dios llamó «cielos» a la bóveda.Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día segundo.

9 También dijo Dios: «¡Que se junten en un solo lugar las aguas que están debajo de los cielos, y que se descubra lo seco!» Y así fue.

10 A lo seco, Dios lo llamó «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mares». Y vio Dios que era bueno.

11 Después dijo Dios: «¡Que produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla, y árboles frutales sobre la tierra que den fruto según su género, y cuya semilla esté en ellos!» Y así fue.

12 Y así la tierra produjo hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árboles que dan fruto según su género, y cuya semilla está en ellos. Y vio Dios que era bueno.

13 Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día tercero.

14 Luego dijo Dios: «¡Que haya lumbreras en la bóveda celeste, para que separen el día de la noche y sirvan de señales para las estaciones, los días y los años!

15 ¡Que sirvan de lumbreras en la bóveda celeste, y que alumbren sobre la tierra!» Y así fue.

16 Y Dios hizo las dos grandes lumbreras: el sol, para ser el rey del día, y la luna, para ser la reina de la noche. Además, hizo las estrellas.

17 Y las puso Dios en la bóveda celeste, para que alumbraran sobre la tierra,

18 para que reinaran en el día y en la noche, y para que separaran la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.

19 Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día cuarto.

20 Y dijo Dios: «¡Que produzcan las aguas seres vivos, y aves que vuelen sobre la tierra, por la bóveda celeste!»

21 Dios creó entonces los grandes monstruos marinos, y todo ser vivo que repta y que las aguas produjeron según su género, y todo animal alado según su especie. Y vio Dios que era bueno.

22 Y Dios los bendijo con estas palabras: «¡Reprodúzcanse, multiplíquense! ¡Llenen las aguas de los mares! ¡Que se multipliquen las aves en la tierra!»

23 Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día quinto.

24 Luego dijo Dios: «¡Que produzca la tierra seres vivos según su género; y bestias, serpientes y animales terrestres según su especie!» Y así fue.

25 Y Dios hizo animales terrestres según su género, y ganado según su género, y todo animal que repta sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

26 Entonces dijo Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imageny semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que repta sobre la tierra!»

27 Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.

28 Y los bendijo Dioscon estas palabras: «¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean los señores de los peces del mar, de las aves de los cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra!»

29 Y dijo Dios: «¡Miren! Les he dado toda planta que da semilla y que está sobre toda la tierra, y todo árbol que da fruto y semilla. Ellos les servirán de alimento.

30 Para toda bestia de la tierra, y para todas las aves de los cielos, y para todo lo que repta sobre la tierra y que tiene vida, toda planta verde les servirá de alimento.» Y así fue.

31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo ello era bueno en gran manera. Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día sexto.